¿Qué es la dislexia?
La dislexia no es una enfermedad, sino una condición crónica que genera una dificultad específica en el aprendizaje de la lecto-escritura, presentando alteraciones en el proceso lector, como también en la escritura y en la ortografía y, en general con todo lo que tenga que ver con la decodificación de los símbolos que usamos para nuestra comunicación (las letras y los números).
Esta condición es un trastorno neurobiológico de origen genético que se valora desde la psicología infantil ya que influye considerablemente en la calidad de vida de la persona que lo sufre. Con la psicología infantil se fomenta tanto el bienestar y calidad de vida del niño, como de sus familias, reconociendo las limitaciones y aprendiendo a vivir con ella.
Es la principal alteración de las llamadas «Dificultades Específicas del Aprendizaje» (DEAS), y es considerada la primera causa de fracaso escolar. Los niños que la padecen sufren muchos problemas a lo largo de su aprendizaje y su vida diaria por lo que es muy importante diagnosticar y tratar esta condición cuanto antes para no atribuir el fracaso académico a otros factores que nada tienen que ver y que puede generar diversos traumas al niño.
Barreras de lectoescritura que son síntomas de la dislexia
- Baja comprensión lectora de acuerdo con su edad y en comparación con el nivel medio del resto de niños de su clase: el niño muestra dificultad en el empleo de términos sencillos y cotidianos.
- Bajo nivel en todas las materias: dada la importancia de la comprensión lectora, el niño no es capaz de comprender el contenido de las asignaturas.
- Errores continuados de escritura: la dificultad en la comprensión lectora también está directamente conectada con los errores ortográficos y la gran dificultada para escribir correctamente.
- Baja autoestima: el tener problemas de comprensión lectora y de escritura, las tareas cotidianas de la escuela se hacen mucho más complicadas y el niño no entiende de dónde radica eso, afectando así a la imagen que tiene de sí mismo el niño.
- Alteración del orden las letras: la dificultad en la escritura y la lectura también puede manifestarse a través de la tendencia a confundir el orden de las letras en un término.
¿Cómo interviene la psicología en el tratamiento de la dislexia infantil?
– Disminuye la angustia de las familias y el niño, generada por el efecto sobre el aprendizaje y la autoestima.
– Proporciona la información necesaria tanto a los niños como a su entorno, ayudándoles a gestionar su forma de aprendizaje y cuáles son los mejores métodos para aprender.
– Ayuda a reconocer en qué etapa del proceso de aprendizaje se encuentra el niño, su grado de abstracción y las herramientas terapéuticas más adecuadas para trabajar con él.
– Permite considerar otros procesos psicológicos co-protagonistas en el procesamiento de la información como la atención y memoria, esenciales para elaborar la estrategia a seguir.
– Da soporte emocional a estos niños que se enfrentan constantemente a juicios sobre sus capacidades y son tratados como fracasados con poca capacidad intelectual.
– Contribuye a que se conozcan y se valoren a sí mismos y sean reconocidos y valorados por los demás, reforzando así su autoestima.